Fui y le dije al peluquero: "córtamelo, pero deja algo qué despeinar".
martes, octubre 30, 2007
lunes, octubre 29, 2007
Día 78, lunes
Hace más de una semana, el domingo pasado, se le "prohibió" a la gente salir de sus casas para poder "hacer bien" un censo a nivel nacional. Es raro que te pidan algo así como, por favor, no salgas de tu casa de 8am a 6pm, pero aquí el gobierno nos lo pidió y mucha gente le hizo caso. No es que te fueran a meter preso por salir a la calle, como se pensó en un principio, nada más dijeron eso y al amanecer del domigo 21 de octubre de 2007 la mayoría de calles de Lima estaban vacías y se podía sentir la quietud, aún a kilómetros de distancia. Así que desde que me enteré de la noticia decidí salir de casa, aunque sea un rato, para ver qué honda. Las calles estaban silenciosas y solitarias, como si se tratara de un pueblo fantasma. Yo me las ingenié para hacer de las mías. Le pedí a la chica del quiosco, que estaba abierto, su teléfono. (¡!)
jueves, octubre 25, 2007
Día 74, jueves
Empiezo a pensar que no hay mejor serie que Evangelion, escrita y dirigida por Hideaki Anno, una persona con bastantes problemas psicológicos. Se dice de Anno que reflejó su vida en Evangelion. Uno puede encontrar ahora a Hideaki Anno en el último piso de Gainax vigilado por cámaras. Me estoy obsesionando con Rei Ayanami.
miércoles, octubre 24, 2007
Día 73, miércoles
Hoy descubrí que Albert Camus murió en un accidente automovilístico luego de decir: "No conozco nada más idiota que morir en un accidente de automóvil". Sartre consideraba que el ser humano está condenado a ser libre; es decir, arrojado a la acción, responsable plenamente de la misma y sin excusas. Según el existencialismo, el hombre es el único ser que es tal como se quiere, como se concibe después de la existencia. El hombre no es otra cosa que lo que él hace. Éste es el primer principio del existencialismo. "Nuestra esencia, aquello que nos definirá, es lo que construiremos nosotros mismos mediante nuestros actos". No tenemos otra opción ya que "no actuar es un acto en sí mismo". Así como la indiferencia es un tipo de ira. Mi gata lleva consigo una correa y durante sus largas épocas de limpieza empieza a lamerla como si se tratara de una extención de su cuerpo. Escucho una canción de Dylan que dice: "tal vez no me veas mañana" (tal vez no me vuelvas a ver nunca más).
martes, octubre 23, 2007
Oh, sister
by Bob Dylan
Oh, sister, when I come to lie in your arms
You should not treat me like a stranger.
Our Father would not like the way that you act
And you must realize the danger
Oh, sister, am I not a brother to you
And one deserving of affection?
And is our purpose not the same on this earth,
to love and follow his direction?
We grew up together
From the cradle to the grave
We died and were reborn
And then mysteriously saved.
Oh, sister, when I come to knock on your door,
Don't turn away, you'll create sorrow.
Time is an ocean but it ends at the shore
You may not see me
tomorrow.
by Bob Dylan
Oh, sister, when I come to lie in your arms
You should not treat me like a stranger.
Our Father would not like the way that you act
And you must realize the danger
Oh, sister, am I not a brother to you
And one deserving of affection?
And is our purpose not the same on this earth,
to love and follow his direction?
We grew up together
From the cradle to the grave
We died and were reborn
And then mysteriously saved.
Oh, sister, when I come to knock on your door,
Don't turn away, you'll create sorrow.
Time is an ocean but it ends at the shore
You may not see me
tomorrow.
lunes, octubre 22, 2007
domingo, octubre 21, 2007
Día 71, domingo
Hoy día se cumplen 40 años de la olvidada marcha al Pentágono de Washington, una multitudinaria protesta contra la guerra de Vietnam donde cientos de jóvenes pasaron la noche y recibieron los golpes de los soldados. Aquella es la marcha donde las chicas y chicos del flower power adornaron las escopetas del ejército con flores de colores. Al terminar de leer el libro de Norman Mailer que habla al respecto sentí que había algo místico por ser hoy también 21 de octubre. Le escribí una breve nota a Norman, que por estos días ha sido internado en cuidados intensivos, diciéndole que efectivamente aquel niño había nacido y que era el hijo de una América hambienta por comerse al mundo. Hoy, 40 años después, las tropas de aquel país vuelven a invadir un país lejano, para volver a invadir otro, con la diferencia de que hoy nadie hace nada al respecto.
martes, octubre 16, 2007
.......................
Están perdidos en los andes y se pelean por los porros: http://www.youtube.com/watch?v=TJkWkoAl7ko "Me mola tu pelo tío, te queda vacilón. Es la muerte". "Bueno, un porrillo, ¿no? Qué mal rollo".
Día 65, lunes
Hoy día fui a fumar a una universidad ajena. La gente estaba tendida en el pasto seco, como el que sale en la Familia Ingalls o algo así. Las parejas se besaban cubiertos con casacas y otros en cambio dormían. Yo caminé por ahí sin prisa (no era la primera vez que hacía lo mismo, de hecho he estado ahí miles de veces) hasta llegar al extremo más lejano del jardín, donde acordé que si alguien me hablaba yo inventaría la historia de que estudiaba literatura y que cursaba el primer o último año. Me senté a leer. Fumé contemplando el cielo de lima y el campus universitario, los edificios, el pasto muerto y los pájaros. Fumé mirando a todas partes, paranoico (¿pero qué me podía pasar? San Marcos es zona liberada). Cuando vi una pequeña araña acercarse me puse de pie y me alejé de ahí lo más rápido que pude.
domingo, octubre 14, 2007
Día 64, domingo
Había planeado que, al llegar a casa del trabajo, escribía, escribiría lo que sea, pero en lugar de eso estoy viendo la biografía de Britney Spears.
sábado, octubre 13, 2007
Día 63, sábado
Soñé que Roncagliolo entraba a mi cuarto y tocaba mis cosas, yo le decía que quería leer su libro y le prestaba otros. También hablaba con Sheila Alvarado por el msn.
jueves, octubre 11, 2007
Desconfía de los
perros y de los
aviones.
Desconfía de los
taxis y de los
micros.
Cuenta siempre el
dinero cuando te
den el vuelto.
Pero desconfía
todavía más
de un hombre
que lee poesía.
perros y de los
aviones.
Desconfía de los
taxis y de los
micros.
Cuenta siempre el
dinero cuando te
den el vuelto.
Pero desconfía
todavía más
de un hombre
que lee poesía.

Hace unos años cayeron en mis manos algunas fotografías de uno de los cumpleaños de Zavaleta en el bar de mi abuelo, donde solía pasar la mayor parte del tiempo. Aquellas fotografías en blanco y negro, tomadas por un fotógrafo profesional, estuvieron largos años adornando el estante de libros de mi cuarto. Mi primera enamorada las escaneó mal y ésta es la única que conservo. El año antepasado, en diciembre, le devolví las fotos a Zavaleta cuando se celebró el cumpleaños de mi abuelo en mi casa. Lamentablemente, sé que con el estilo de vida que debió haber llevado en sus últimos meses, deben haberse perdido (eran unas fotos muy bonitas). Ahora recuerdo dos cosas de él: cuando hice un informe sobre el bar de mi abuelo el año pasado, lo entrevistamos y él relató la historia del bar y recuerdo que mencionó el auge, los ochentas, en especial el año 86, cuando yo nací, esa fue la época de oro. Luego mencionó la peor época, los noventa, en especial el 92, y recordó haber estado en el local, completamente vacío, con mi papá, escuchando aquel anuncio del ministro de economía donde decía: "que Dios nos ayude". También recuerdo una mañana de verano del año 2002, cuando por ésas cosas del destino yo estaba ahí, en la barra, mientras Zavaleta y otro tipo se servían de aquella leche chocolatada que venden en bolsa para contrarrestar la resaca. ¿Cuántas experiencias perdidas existen tras la muerte? ¿Cuántas escenas gloriosas dejamos tras nosotros? Por eso escribo. Ya. Lo último que quiero decir al respecto es que la primera vez que escribí un cuento, a los 12 ó 13 años, mencioné no sé por qué a Zavaleta (tal vez imaginé que, en efecto, era un personaje que todos conocían) y lo describí como un tipo que paraba siempre en un bar y que, debido a un apagón, salió a buscar velas para alumbrar el local por la noche, cosa que cuando los clientes entraban se daban con un lugar alumbrado sólo por velas, como un velatorio, sí, como un velatorio. (En la foto, Zavaleta es el hombre canoso y de barba, cuando todo era ¿felicidad?)
Día 61, jueves
Hoy día al promediar las 8am falleció, en el Hospital Militar, Mario Zavaleta, quien al parecer estaba enfermo (algo sobre una fisura en el esófago o en el pulmón, lo que le generó septicemia). Aunque tenía más de 50 años, Mario Zavaleta era como un amigo para mí, uno de otra generación y con quien nunca hablé demasiado, pero un personaje recurrente y alguien que nunca pensé se iba a ir tan temprano. Recuerdo me que lo encontraba siempre en el bar de mi abuelo, que vivía en una especie de desempleo permanente -un estado glorioso para nosotros, los flojos, los que queremos vivir la fantasía de las vacaciones pagadas por el resto de nuestras vidas-. La última vez que lo vi fue en mi casa, donde conversamos de Los Beatles y de Bob Dylan, cuando me contó de sus días en Buenos Aires, a los 16 años, jugando ajedrez y conociendo chicas bonitas. Mario Zavaleta, es cierto, era guapo, vividor y llevó una vida mala -¿o buena?-. Otras veces me lo cruzaba en Miraflores, por el parque Kennedy, donde están las mesas para jugar ajedrez -al parecer le gustaba el deporte al hombre- y finalmente recuerdo haberlo visto caminando por Pedro de Osma, en Barranco, con su apariencia primitiva, pelo largo y blanco, delgado, lo que le hacía parecer más joven de lo que era, barba, polo negro, casaca y pantalón de jean. A pesar de todo lo que le recriminan ahora a Mario, entiendo el tipo de vida que llevó. Si en mi casa no supieran de qué pie cojeo, lo defendería hasta el cansancio. En fin, prefiero mejor no decir nada, quedarme callado y aprender de lo que veo. Tal vez me gustaría vivir como Mario Zavaleta, no lo sé. Al fin y al cabo todos nos vamos a morir de algo, la diferencia es dónde y cuándo.
miércoles, octubre 10, 2007
Día 60, miércoles
El libro de Hernández Montecinos realmente sorprende, no sólo por la capacidad inusitada de escribir tanto sobre nada -aunque la escritura, en general, está hecha de nada- y, por las imágenes, puedo afirmar que el libro de este poeta chileno puede tomarse como una novela trascendental, donde los personajes se debaten entre la paranoia y la lucidez. Si bien puede dar una impresión de estar "desordenado", ser un libro "irregular" o "investebrado", Segunda mano es un poemario que brilla y que debe ser tomado en serio, no sólo por su calidad artística sino por su caracter experimental. Finalmente, a comparación de muchos poemarios donde la "estética" tiende a primar sobre el contenido, no cuesta leerlo. Me he quedado alelado al leer tal vez al mejor poeta latinoamericano de nuestra generación.
martes, octubre 09, 2007
Día 59, martes
Creo que todo lo que digo carece de sentido y como personaje no atraigo ningún interés. De hecho, hoy día hice lo de siempre pero con algunas pequeñas variantes. He estado leyendo un libro de poesía llamado Segunda mano, de un tal Héctor Hernández Montecinos. Hay una parte que creo merece toda nuestra atención: "Los recuerdos son necesarios para olvidarlos / y de ahí nace la escritura / decir me acuerdo de ti es estar diciendo / todo el día te olvido / salvo en pequeños momentos".
lunes, octubre 08, 2007
Día 58, lunes
¿Has visto lo distintas que se ven las cosas al revés? Hoy día me sentía una completa mierda y salí a caminar sin ningún motivo aparente, vestido como estaba y dando vueltas como loco, hasta que por fin llegué a una vieja banca, sucia con mierda de pájaro, para echarme y mirar las cosas boca arriba. El suelo estaba encima y el cielo, negro y carente de estrellas, abajo. Los postes de luz y las casas, los árboles verdes crecían hacia abajo. ¿Y si me quedo así para siempre?, pregunté.
domingo, octubre 07, 2007
Día 57, domingo
Soñé con una piscina, soñé con antiguos amores, soñé con un verano, soñé con una idea, soñé que caminaba por tus parques, soñé que comía de tu mesa, soñé que hablaba con tu familia, soñé con amigos del colegio, soñé que dirigía una película, interminable y absurda, soñé que no te conocía, soñé con capas y capas de manzana, soñé que te abrazaba y te preguntaba: "¿por qué ya no me quieres?".
sábado, octubre 06, 2007
Día 56, sábado
Es imposible no extrañarte y hasta ahí supongo que las cosas van bien. Eso pensé ayer mientras los cuatro o cinco gatos escúchabamos a Bob Dylan en su célebre concierto de Manchester el año 1966, embriagándonos, fumando y conversando de otras cosas. Si no lo hiciera -extrañarte- supongo que las cosas serían poco gratificantes.
viernes, octubre 05, 2007
miércoles, octubre 03, 2007
....
Hoy se cumplen 30 años de la muerte del poeta Lucho Hernández (lástima que no encuentre ninguna foto para colgar aquí).
Día 53, miercoles
Podría decir muchas cosas a respecto, de hecho podría pasarme días enteros hablando de ello, pero prefiero no hacerlo. De nada vale llorar sobre la leche derramada. Por cierto, ayer se derramaron miles de litros de leche durante una protesta, también quisieron sacrificar a un pobre carnero que nada tenía que ver con el asunto. He llegado temprano de la universidad. Apenas puse un pie en mi habitación, lo primero que hice fue dormir. Me gusta dormir desabrigado, con una misma pijama que uso durante meses enteros hasta que adquiere un olor desagradable. Lo escribiré en mi libro de memorias de nombre woodyallenesco: "Todo lo que siempre quisiste saber sobre mí y nunca te animaste a preguntar". Hablando de Woody Allen, he redactado una lista con 10 buenas razones para convertirme al judaísmo, en ella figuran, por supuesto: Woody Allen, Robert Zimmerman, Allen Ginsberg, Franz Kafka, Jesús, Norman Mailer, Isaac Newton, Sigmund Freud, Albert Einstein y Jerry Seinfield.
martes, octubre 02, 2007
Día 52, martes
Me encanta que viajes. Serás libre como un ave. Aunque las aves están atadas al firmamento. Antes de irte sería bueno que empaques tus cosas. ¿Cómo sobrevivirás? Le haré saber de tu partida a todos tus huérfanos. Te veré brillar en el sol reluciente como una mañana de febrero. Deja ya a todos tus muertos. Ellos no te necesitan. Enciende una cerilla y empieza de nuevo. All is over now, baby blue.
Maddy, la niña más buscada del mundo
En este momento todos deben conocer la historia de la niña que desapareció el tres de mayo en una localidad turística de la costa de Portugal. Madeleine McCann, quien cumplió cuatro años poco después de haber sido declarada desaparecida, se ha convertido desde hace cinco meses en la protagonista de un misterio propio de una novela de Agatha Christie.
Maddy, como la llamaban, era la mayor de tres hermanos de un matrimonio británico acomodado. Kate y Gerry, ambos médicos, cenaban con unos amigos en un restaurante a unos 60 metros del apartamento que alquilaron para pasar las vacaciones con sus hijos, cuando Maddy desapareció.
Al principio se especuló que Maddy habría sido víctima de secuestradores profesionales, que reclamarían una cuantiosa cantidad de dinero como rescate. Sin embargo, no hubo petición alguna al respecto, a pesar de que el poso donado -“Fondo Madeleine”, donde contribuyeron figuras como J. K. Rowling, David Beckham, Cristiano Ronaldo y Wayney Rooney- sobrepasó hace mucho los cinco millones de dólares.
Así, el caso de Madeleine McCann conmocionó primero a la opinión pública de los países involucrados, Portugal y Gran Bretaña, pero conforme pasaron los días (que se transformaron en semanas y luego en meses) el caso fue trascendiendo las fronteras de Europa hasta llegar a los lugares más recónditos del planeta.
Hipótesis cercanas
Otro sería el panorama, sin embargo, si la niña hubiera sido secuestrada por una red internacional involucrada en el comercio de vídeos pornográficos o de trata de niñas. Pero raptar a una inglesa de clase acomodada en un país extranjero trae consigo graves consecuencias, como la atención internacional actual, que desanimaría a cualquier secuestrador al correr un riesgo tan alto.
Tendría un mayor sentido si se tratara de un solo delincuente sexual. Esta fue la hipótesis que se barajó en un inicio, cuando se señaló como principal sospechoso a Robert Murat, un británico residente en Portugal que calzaba a la perfección: convive con su madre de 71 años en un chalet de Praia da Luz, muy cercano al lugar donde se cree que Madeleine fue secuestrada, en trámites de divorcio y sin contacto con su hija, de apariencia y edad similar a Madeleine. El tiempo, sin embargo, se ha encargado de descartar a Murat, por lo que algunos lo ven como “la víctima olvidada”.
En caso de haber sido secuestrada por algún malvado abusador sexual, las posibilidades de encontrar a Maddy son casi nulas (el reciente caso de Natacha Kampusch, en Viena, es sin duda una excepción a la regla) ya que ningún pederasta se arriesgaría a liberar a su víctima y, más bien, se apresuraría en acallarla.
Finalmente, la última hipótesis señala a los padres de la niña, que en la actualidad han sido declarados sospechosos oficiales. En un primer momento se habló de somníferos suministrados a Maddy (ambos son médicos) y luego de indicios forenses que señalaban a la madre -olor a cadáver, rastros de sangre en el auto alquilado semanas después, ADN, declaraciones en el diario íntimo de Kate donde calificaba de “histérica” a Maddy- como presunta responsable de la “muerte accidental” de la pequeña.
Esta sería la hipótesis que ha capturado la imaginación del mundo entero, excepto por los familiares y allegados al matrimonio, que sigue afirmando desconocer el paradero de su hija. Lo cierto es que la campaña mediática para traer de regreso a casa a Maddy ha alcanzado dimensiones inusitadas, al punto de que Kate y Gerry fueron recibidos por el propio Papa Benedicto XVI.
Pistas falsas
Todo cambió cuando, a mediados de setiembre, Maddy fue vista al norte de Marruecos por una turista española, quien atinó a tomarle una foto a una mujer de apariencia musulmana que cargaba a una niña al parecer idéntica. De inmediato la fotografía dio la vuelta al mundo y la interrogante creció en torno al caso. Todos se preguntaron si la niña de la foto era o no la desaparecida.
Grande fue el fiasco cuando al día siguiente un periodista gráfico viajó a la ciudad marroquí de Zinat y confirmó que la niña, si bien se le parecía mucho, no era Madeleine McCann, sino Bushra Binhisa, de cinco años, hija de un campesino local. Tras recibir la noticia, Kate y Gerry afirmaron estar “devastados”.
El “culebrón” entonces siguió su curso y actualmente la hipótesis sigue señalando a los padres como sospechosos. Si bien parece la hipótesis más coherente -y hace recodar aquello de enredarnos en nuestras propias mentiras- todavía faltan muchos cabos por unir y muchas preguntas por responder.
Mientras tanto, los padres insisten en su inocencia y en buscar a la niña alrededor del mundo. Algunos afirman que han llegado hasta a contactar algún médium para hallar a la pequeña. Por si las dudas, se han puesto en manos del mismo abogado que defendió a Augusto Pinochet. La policía portuguesa afirma que de encontrar el cadáver “se podría resolver preguntas sin respuesta”. Se anuncian más campañas mediáticas y se avecinan más noticias al respecto.
Maddy, como la llamaban, era la mayor de tres hermanos de un matrimonio británico acomodado. Kate y Gerry, ambos médicos, cenaban con unos amigos en un restaurante a unos 60 metros del apartamento que alquilaron para pasar las vacaciones con sus hijos, cuando Maddy desapareció.
Al principio se especuló que Maddy habría sido víctima de secuestradores profesionales, que reclamarían una cuantiosa cantidad de dinero como rescate. Sin embargo, no hubo petición alguna al respecto, a pesar de que el poso donado -“Fondo Madeleine”, donde contribuyeron figuras como J. K. Rowling, David Beckham, Cristiano Ronaldo y Wayney Rooney- sobrepasó hace mucho los cinco millones de dólares.
Así, el caso de Madeleine McCann conmocionó primero a la opinión pública de los países involucrados, Portugal y Gran Bretaña, pero conforme pasaron los días (que se transformaron en semanas y luego en meses) el caso fue trascendiendo las fronteras de Europa hasta llegar a los lugares más recónditos del planeta.
Hipótesis cercanas
Otro sería el panorama, sin embargo, si la niña hubiera sido secuestrada por una red internacional involucrada en el comercio de vídeos pornográficos o de trata de niñas. Pero raptar a una inglesa de clase acomodada en un país extranjero trae consigo graves consecuencias, como la atención internacional actual, que desanimaría a cualquier secuestrador al correr un riesgo tan alto.
Tendría un mayor sentido si se tratara de un solo delincuente sexual. Esta fue la hipótesis que se barajó en un inicio, cuando se señaló como principal sospechoso a Robert Murat, un británico residente en Portugal que calzaba a la perfección: convive con su madre de 71 años en un chalet de Praia da Luz, muy cercano al lugar donde se cree que Madeleine fue secuestrada, en trámites de divorcio y sin contacto con su hija, de apariencia y edad similar a Madeleine. El tiempo, sin embargo, se ha encargado de descartar a Murat, por lo que algunos lo ven como “la víctima olvidada”.
En caso de haber sido secuestrada por algún malvado abusador sexual, las posibilidades de encontrar a Maddy son casi nulas (el reciente caso de Natacha Kampusch, en Viena, es sin duda una excepción a la regla) ya que ningún pederasta se arriesgaría a liberar a su víctima y, más bien, se apresuraría en acallarla.
Finalmente, la última hipótesis señala a los padres de la niña, que en la actualidad han sido declarados sospechosos oficiales. En un primer momento se habló de somníferos suministrados a Maddy (ambos son médicos) y luego de indicios forenses que señalaban a la madre -olor a cadáver, rastros de sangre en el auto alquilado semanas después, ADN, declaraciones en el diario íntimo de Kate donde calificaba de “histérica” a Maddy- como presunta responsable de la “muerte accidental” de la pequeña.
Esta sería la hipótesis que ha capturado la imaginación del mundo entero, excepto por los familiares y allegados al matrimonio, que sigue afirmando desconocer el paradero de su hija. Lo cierto es que la campaña mediática para traer de regreso a casa a Maddy ha alcanzado dimensiones inusitadas, al punto de que Kate y Gerry fueron recibidos por el propio Papa Benedicto XVI.
Pistas falsas
Todo cambió cuando, a mediados de setiembre, Maddy fue vista al norte de Marruecos por una turista española, quien atinó a tomarle una foto a una mujer de apariencia musulmana que cargaba a una niña al parecer idéntica. De inmediato la fotografía dio la vuelta al mundo y la interrogante creció en torno al caso. Todos se preguntaron si la niña de la foto era o no la desaparecida.
Grande fue el fiasco cuando al día siguiente un periodista gráfico viajó a la ciudad marroquí de Zinat y confirmó que la niña, si bien se le parecía mucho, no era Madeleine McCann, sino Bushra Binhisa, de cinco años, hija de un campesino local. Tras recibir la noticia, Kate y Gerry afirmaron estar “devastados”.
El “culebrón” entonces siguió su curso y actualmente la hipótesis sigue señalando a los padres como sospechosos. Si bien parece la hipótesis más coherente -y hace recodar aquello de enredarnos en nuestras propias mentiras- todavía faltan muchos cabos por unir y muchas preguntas por responder.
Mientras tanto, los padres insisten en su inocencia y en buscar a la niña alrededor del mundo. Algunos afirman que han llegado hasta a contactar algún médium para hallar a la pequeña. Por si las dudas, se han puesto en manos del mismo abogado que defendió a Augusto Pinochet. La policía portuguesa afirma que de encontrar el cadáver “se podría resolver preguntas sin respuesta”. Se anuncian más campañas mediáticas y se avecinan más noticias al respecto.
Pedro Casusol
lunes, octubre 01, 2007
Día 51, lunes
Ayer me levanté con una resaca del tamaño de Norman Mailer. Recién hoy por la noche rebusqué entre mis cosas los residuos de la semana anterior, en particular del sábado por la noche, y descubrí que era cierto -¡oh, margot!- había fumado más. Entonces me sentí un idiota por no recordarlo y me cuestioné el sentido de hacer cosas de las cuales luego no tengo el registro. Y me imaginé a mí mismo con mi polo en un parque solitario en La Molina, prendiendo lo poco que me queda por fumar, mientras por mi cerebro quién sabe qué cosas pensara (aunque lo más probable es que no pensara en nada) y luego tuve ráfagas de recuerdos en los cuales camino con frío por una calle donde el viento corre con más fuerza de lo normal. Supongo que en algún momento traté de regresarme a mi casa pero no pude. Desde hace un tiempo he decidido fijarme una fecha para dejar de tomar y de fumar, pero aún no la decido. Tal vez en un mes o dos, cuando termine por fin de estudiar, haga yoga y relea "Los vagabundos del Dharma". Dicen que recordar es volver a fumar, digo, leer.